"¡Sí!… ¿Pero cómo hago para olvidarla si aún la amo?"
Es una pregunta muy frecuente y en algún momento de nuestra vida todos la hemos hecho, hombres y mujeres, chicos y chicas.Esa etapa en tu vida cuando piensas que estás tan solo y nadie puede entender tu dolor. Adivina algo… no estás solo.
Es más normal de lo que parece y justo en este momento hay miles de personas sintiendo algo similar a lo que sientes tú. Personas que han sido amadas sin lograr amar o amado sin ser correspondidos, aunque es más difícil cuando eres correspondido y pasa algo que rompe todas las ilusiones y te arrebata a quien más querías en aquel momento.
Me gusta ser honesto, no vas a encontrar aquí cinco palabras mágicas para pronunciar e inmediatamente olvidar como por arte de magia a esa persona única y especial, y si lo esperabas, estás perdido, no las encontrarás aquí, ni en otro blog, ni en todo el internet, en ningún lado porque no existen.
¿Conociste
a una persona que te cambió para siempre y nada fue lo mismo después de
ella? Yo también, en esa etapa de mi vida me hizo sentirme emocionado y
vivo a su lado, me hizo vivir, sentir, amar, me hizo un tonto sonriente
simple y muy feliz, y luego me hizo sufrir y desear olvidar. Yo lo
pasé, sigo vivo y muy feliz, agradezco que haya pasado y desde aquí todo
se ve diferente, pero quizá tú aún estás en ese agujero de sombras,
angustia e incertidumbre.
Te voy a contar cómo me pasó a mí…
Esa persona especial en mi vida se llama Laura y yo creo que hay una "Laura" en la vida de cada uno de nosotros, y un "Lauro" en la vida de cada mujer.Conocemos a una persona con quien nos sentimos compatibles, emocionados, sentimos una química inigualable, actuamos nerviosos, ingenuos, inseguros, hacemos mil torpezas, pero todo avanza lentamente, todo mejora poco a poco.
Empezamos a sonreír tontamente mientras vemos la vida tornarse color rosa y con nueva energía cada día escribimos poemas, dedicamos canciones, y nos sentimos satisfechos si logramos ser especiales, valorados y tomados en cuenta por esa persona.
En el mejor de los casos todo avanza bien, mejora la confianza, la intimidad, y la calidad del tiempo que compartimos juntos, extrañamos a esa persona día y noche y soñamos con ella. Vivimos intensamente haciendo tonterías, locuras, dejándonos llevar, y convirtiéndonos en una versión estúpidamente feliz y radiante de nosotros mismos.
Creemos, desconfiamos, nos aburrimos, nos divertimos, lloramos, reímos y extrañamos más a esa persona.
Luego hay mil formas de que las cosas salgan mal…
- Quizás convertimos todo en una rutina contagiosa que no nos satisface pero tampoco nos permite terminar de una buena vez, una espiral de pequeños errores, una colección de malos hábitos en una relación.
- Quizá empezamos a sentir inseguridad provocando peleas, discusiones, desconfianza, y alejando lentamente a quien queremos cuando sólo queríamos estar más cerca.
- Quizá somos nosotros quienes nos aburrimos y empezamos a descalificar todo, a ser intolerantes, distantes, indiferentes y/o estar siempre de mal humor
- Quizá llega alguien más que nos hace sentir de nuevo esa emoción del principio, o quizá llega alguien más… a la vida de ella y nos la arrebata lentamente.
¿Por qué todo es tan diferente? ¿Qué cambió? ¿Qué pasó? A veces olvidamos que una relación valiosa debe cuidarse como todo lo que vale la pena, es como si el amor tuviera un manual de instrucciones.
No es el fondo del agujero, aún seguimos cayendo, tropezando y haciéndonos daño...
Sentimos
un ligero y adictivo placer al recordar cada día, cada instante, cada
promesa, escuchando canciones, releyendo mensajes y cartas, pensando en
todos los planes hechos cenizas, culpándonos por todo lo que puso ser y
nunca fue, y nunca será.
Las
cosas no salen como las habíamos imaginado, sencillamente porque no
imaginábamos, sólo idealizamos, dibujábamos en nuestra mente a alguien
perfecto, una historia de película romántica donde todo pasaba, donde
lográbamos superar todos los obstáculos y al final, corríamos a
encontrarnos con esa persona, nos abrazábamos, nos decíamos cuanto nos
amamos, seguíamos juntos y todo era rosa una vez más, no llovía en
temporadas de lluvia, no había calentamiento global, no había crisis
mundial, no había especies en peligro de extinción, teníamos hijos como
conejitos y todo iba bien.
Sí, es verdad, creíamos que todo era
una novela rosa, y no, no lo era, las novelas de amor las hace un
escritor con el destino en la punta de una pluma, una verdadera historia
de amor la escriben dos personas con lo que hacen cada día.La vida real es diferente, a veces va muy mal y a veces va espectacular, es así y no podemos ignorar que en carne propia es más intenso, así es el mundo donde nacimos y así seguirá.
¿Son realmente malas las malas experiencias?
Claro
que no, las experiencias más fuertes e intensas en nuestra vida son
aquellas que nos marcan para siempre, aquellas que nos hacen ver el
mundo de una forma diferente para siempre y las superemos o no, son esas
experiencias las que forman nuestra personalidad, nuestro carácter y
quiénes somos. Es cuando estamos en el límite, seguimos y somos fuertes
para siempre, o nos detenemos y somos débiles también para siempre, si
aceptamos la prueba ganamos convicción, fortaleza y somos fieles a
nuestros ideales, si huimos o agachamos la mirada cargaremos eso
siempre, cada día. Es la elección más difícil de un momento y sus
consecuencias serán para siempre: optimismo o depresión, fortaleza o
cobardía, felicidad o infelicidad.
Las
personas más exitosas fracasaron varias veces, los ricos fueron pobres,
y las personas fuertes no lo fueron siempre, cuando tuvieron la
elección odiaban sentirse abatidos y pequeños, lucharon con fuerza y
coraje para nunca volver a sentirse así, lo consiguieron hasta estar del
otro lado y poder entender que el reto que parecía una montaña inmensa
era sólo un pequeño montón de tierra que cubría los ojos.
¿Qué nos dirían esas personas? Que agradecen la oportunidad de superar la prueba y convertirse en quienes son.En fin, sientes tristeza y dolor, quiere decir que sientes mucho coraje, haz algo con él, conviértelo en la fuerza de voluntad para seguir adelante a pesar de que todo te lo impida, sobreponte y persevera, dale la vuelta.
Estás listo para volver a la pregunta del principio y responderla.
"¿Pero cómo hago para olvidarla si aún la amo?"
Hay una tendencia común entre las personas que sufren por amor.Se encierran en una burbuja donde sólo cabe uno, alejándose de todo.
Llegar a la recámara, acostarse, recordar, extrañar, culpar y llorar. Escuchar canciones de amor roto todo el tiempo, y tratar de olvidar de una forma totalmente incoherente, recordando.
¿Has hecho algo así últimamente?
Hazlo sólo para comprobar que hay una extraña adicción a la depresión y al sufrimiento:
Empiezas por "Mientes | Camila" o "Me dedique a perderte | Alejandro Fernández", cuando estás de verdad muy mal "El triste | José José" y si bien te va, algo más sobrio como "If You're Gone | Matchbox Twenty".Es decir, "Ya te olvidé, ya ni te recuerdo", "Ya no te amo, te odio", "Todo es mi culpa, soy lo peor", "Soy feliz siendo miserable", y así sucesivamente metiéndote más dentro en el agujero de culpa y autocompasión que tú mismo empezaste a cavar.
7 pasos para olvidar a la persona que amas
Este artículo lo escribí hace varios años con lágrimas en los ojos, pensando en ella y luchando por estar bien.Ahora te toca a ti, es tu etapa, todo es tan difícil y se siente tan dentro, tan intenso a flor de piel, si supieras exactamente qué hacer no buscarías respuestas, así que déjame ayudarte pero más que eso, "ayúdate tú mismo o nadie más podrá", recuerda que no hay palabras mágicas.
1 | No te auto-hipnotices
Deja de escuchar canciones de amor sufrido y malherido,
esas canciones que te repiten una y otra vez que eres miserable y no
eres ni vales nada si no tienes a esa princesa o príncipe maravilloso y
sin defectos a tu lado.
2 | Sal y diviértete
¿Quién
te dijo que pasarías esa etapa de depresión dejando a un lado todo lo
que te gustaba, te motivaba, te apasionaba y te hacía feliz?Sufres de amor, y además de eso, evitas divertirte, evitas salir, y evitas hacer las cosas que te gustan y te apasionan ¿Yo no lo entiendo, y tú? ¿Yo estoy contigo, y tú?
3 | Desengáñate, sé objetivo
Es
común, demasiado común pensar que no hay una persona en todo el mundo
igual a la que queremos. Creer que nunca encontraremos a una persona tan
especial y que nada, nunca, volverá a ser lo mismo.Hace falta pensar un poco, allá afuera, no en tu casa, no en la computadora, no en el Facebook, ¡allá afuera!, en la calle, en la vida real, hay millones de personas.
¿Cuáles son las probabilidades de encontrar a una persona igual a la que queremos? Honestamente muy pocas, pero cambia la pregunta:
¿Cuáles son las probabilidades de encontrar a alguien mejor?
Una persona con la que congeniemos más y que haya más química, nuevas y más intensas emociones, nuevas experiencias, otro mundo para compartir.
Tomando en cuenta el crecimiento poblacional en el planeta, y que obviamente allá afuera hay millones de personas, pues tus probabilidades son gigantescas. Sal, descubre y conoce a mil personas más, haz doscientos amigos, ten cincuenta citas, da 10 nuevos primeros besos, y si después me dices que nadie te convence, entonces prueba con tu mismo sexo porqué probablemente eres gay.
4 | La vida no es una novela escrita sobre un papel
Deja de masturbarte mentalmente
planeando e imaginando un encuentro mágico y maravilloso donde tú dices
unas cuantas palabras mágicas, luego esa persona te dice que te ama y
los dos terminan haciendo el amor en una isla desierta bajo la sombra de
un eclipse solar y un pianista de fondo.Puedes hacer las cosas bien, acertar en donde antes fallaste, puedes lograr lo que te propones, puedes cambiar, puedes reconquistar, puedes enamorar a alguien más, a muchas personas más. Pero eso es cuestión de actitud, no de palabras, no de flores y chocolates, no de imaginación, sino de estar en el lugar y en el momento donde las cosas pasan ¡vamos!
5 | No te tengas lástima ni autocompasión
"Soy
viejo", "soy fea", "estoy gorda", "soy pobre", "estoy pelón", "soy
bajita". Quizá sí y algunas cosas no puedas cambiarlas pero si le
sumamos tu lástima por tu mismo, serás un viejo triste, una fea triste,
una gorda resignada, un pobre mediocre, un pelón desagradable, o una
chaparrita sin gracia. Perdona que sea un poco crudo, frío, cruel o
directo, pero no quieres inútiles palmaditas en la espalda.Deja de ser tan egocéntrico, no somos los únicos feos, pobres, gordos o viejos en el mundo. Hay muchos más, pero si le agregas lástima por ti mismo, serás además alguien cobarde que no se atreve a luchar y dar la cara y todo por sí mismo.
A veces es cuestión de actitud
Una
frase vacía escrita en una hoja de oro sigue siendo una frase vacía,
una frase profunda escrita en una hoja maltratada y vieja, es una
reliquia. Tú eres esa frase, lo demás es la hoja.
6 | Piensa en ti
A
veces agregamos valor a una persona porque sabemos que le agrada a
nuestros amigos o a nuestra familia, a veces simplemente porque sabemos
que alguien más la considera especial. Eso tiene una explicación
psicológica y natural, es normal que tomemos en cuenta el valor y
preselección social que tiene una persona. También en épocas salvajes
nuestros ancestros se comían entre ellos, a eso supongo que también se
le encontraría una explicación natural pero no por eso andaremos
comiendo gente por allí.
Cuando hagas el balance de pros y contras
y tomes decisiones importantes, piensa que eres tú quien decide en tu
vida y es a ti a quien afectan tus decisiones, procura estar bien.
7 | Da vuelta a la página
Yo
no te pediría que no estés triste, que no extrañes, que no te duela o
que no llores, llorar es bueno, tienes que expresarte, desahogarte y
sentirte libre.
Así que si en verdad te sientes muy, muy mal y no puedes más, entonces ve
a tu recámara, destroza una almohada, córtate el cabello, arráncate las
uñas, avienta el celular al suelo, grita, maldice, llora y se alguien
idiota toda la noche. Pero al otro día temprano, párate, báñate, has algo con tu cabello y sal, porque todo este tiempo el mundo ha girado sin ti.
Yo habría deseado saber esto hace 7 años
y que al tener tantos errores alguien hubiera llegado a ponerme los pies en la tierra, a decirme que soy el único miserable por mi tristeza y el único responsable de mi felicidad, habría deseado algo fuerte incluso para entender y madurar.
¡Gracias por leerme tantos años!
Antes dije que no había cinco palabras mágicas, si las hay pero no son fáciles:
"Vive tu vida para ti"
0 comentarios